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Colección de Discos

FACYDE ha editado a lo largo de estos años una colección de CD´s bajo el título genérico «Antología de la música popular española»

Dicha colección cuenta con CD dedicados a las Jotas de España, Canciones del Campo, Fandangos del Folklore Español y Villancicos y Aguinaldos.

Sotar: del latín “saltare”, danzar, según del Diccionario “María Moliner”. Con este título FACYDE presenta el primer volumen de una colección que pretende recopilar una parte del amplio folklore musical español y promover su difusión, tomando como base el trabajo ya existente en los Grupos de Coros y Danzas que componen la Federación.

La selección de los temas fue guiada, en todo momento, por la seriedad y el respeto a nuestro folklore y el rigor en la calidad de las interpretaciones. Las grabaciones fueron realizadas en diversas ciudades españolas entre los meses de abril y agosto de 1997, con la excepción de algunas grabaciones más antiguas, que debido a su interés, nos pareció oportuno incluir en esta antología.

Precio : 10 €

La navidad ha sido siempre una fuente inagotable de costumbres y tradiciones. Desde el entrañable “nacimiento” como centro de la decoración hogareña a los múltiples y variados platos de cocina y repostería, pasando por ritos y costumbres colectivas en los que la música ha tenido un lugar privilegiado con los innumerables villancicos que siguen dando identidad a la música popular de esas fechas.

“Villancicos y Aguinaldos” recopila 14 temas correspondientes a 10 Comunidades Autónomas. Son temas del más genuino y representativo folklore de sus zonas y una muestra de la rica variedad de la música navideña popular española.

Alegres villancicos extremeños, andaluces, asturianos y manchegos, cantos ancestrales gallegos o ibicencos, aguinaldos murcianos y valencianos, cantos corales santanderinos y canarios, y cerrando el disco, de la misma forma que se cierra el ciclo puramente navideño, un alegre “Despedida de Ano” gallego configuran este nuevo volumen de la Antología de la Música popular española editada por FACYDE.

Con este volumen, FACYDE espera contribuir a la conservación y a la divulgación de una parte de nuestra más popular y tradicional música navideña.

Precio: 6 €

“Canciones del campo” es una recopilación de canciones de nuestro folklore que ha querido englobare todas aquellas expresiones de nuestra tradición que tienen como referencia temática la faena.

Hemos querido incluir distintos tipos de canto, el que se realizaba mientras se hacía la labor: cantos de labranza, de arriero, de la era,… principalmente ejecutados en tareas agrícolas, individuales o colectivas. Estos cantos suelen ser monótonos o incluso hipnóticos para que el trabajo y el tiempo se notaran menos.

En otras ocasiones, y con el mismo objetivo que las anteriores, se cantaba en coro, unas veces todos lo mismo, otras por estrofas individuales y estribillo coral. Se ejecutaban en tareas agrícolas colectivas que se realizaban desde la recolección hasta el almacenamiento de los productos, o incluso al ir o volver del trabajo. El cantar no interrumpía el trabajo, las labores se realizaban a la perfección porque desde temprana edad se dedicaban a ellas, ayudaban a la concentración e inhibían motivos de conversación que sí se podían distraer.

Se cantaban también con referencia a las labores o al orgullo de realizarlas, en las fiestas y saraos o en entreactos teatrales a partir del siglo XVII. Estas canciones son ya más elaboradas, y su sentido es diferente a las anteriores pues el cantor o el coro la realiza por lucimiento propio. Estas canciones son también de origen popular o de autores anónimos que pronto el pueblo las canta y las incorpora al folklore propio de la zona.

Precio: 6 €

La jota es, posiblemente, el baile más extendido y popular de todos los que conforman nuestro folklore, ya que se encuentran muestras y variaciones en todas las zonas geográficas de España. Como baile, su marcado ritmo ternario y su viveza, permiten a los bailaores ejecutar pasos bien acentuados y muy delimitados con independencia de la velocidad de ejecución de la pieza, es decir, que tanto en las rápidas como en las lentas, el marcado de los pies exige una gran agilidad. Esto le da a la jota esa característica de limpieza y energía tan propia en los movimientos de este baile. Básicamente, es un baile de pareja, aunque en algunas se aprecien figuras colectivas, pero normalmente el bailaor y la bailaora se colocan uno frente al otro, realizan variaciones laterales y cambios de posición pasando a ocupar el lugar en donde estaba el otro.

Su estructura clásica consiste en un estribillo musical al que sigue una copla cantada, originalmente, por una sola voz. Más tarde evolucionó a dos voces e incluso a coro y en algunas de ellas se canta también en el estribillo. Generalmente la jota es una alternancia continua de cuatro  en cuatro compases y la entrada a la copla se realiza sobre la armonía de dominante, aunque, por ejemplo en Aragón la rondalla anticipa uno o parte de un compás a la copla o, en otras regiones, la voz se anticipa a los acordes del acompañamiento instrumental y realiza la cadencia de tónica o de dominante mientras el acompañamiento aún sostiene durante uno o una parte de un compás la armonía de tónica o de dominante. La copla consiste, básicamente, en siete frases de cuatro compases cada una y en la que se repiten versos de una cuarteta.

Como canto también se propagó fácilmente, ya que la composición de cuatro versos en asonante, o en consonante, constituye una de las maneras más naturales de versar, posteriormente se han compuesto jotas de cinco y de seis versos.  Sobre todo en Aragón, se cantaba de manera espontánea en todo tipo de acontecimientos, y se versaba sobre la marcha en competiciones entre cantaores, en rondas, en festejos a mozas, o incluso mientras se realizaban las labores de campo o domésticas. También en Aragón es donde la jota alcanza una gran popularidad y difusión, se desarrollan diferentes estilos de canto y el baile adquiere, con la evolución, gran vivacidad y espectacularidad.

Sus orígenes son están claros, muchos son los musicólogos y folkloristas que han tratado el tema. Por citar algunos: M. Armaudas, D.G. Bergua, E.L. Chavarri, F.Gascue, F. Olmeda, F. Pedrell, J. Ribera, J. Sobirá,.. Parece ser que los primeros vestigios aparecen a finales del XVII y que se desarrolla durante los siglos XVIII y XIX. Su nombre deriva según los expertos, de sotar (latín saltare) o del hispanoárabe xatha (pronunciado Xhota), tanto la una como la otra significan saltar, bailar. No se está tampoco de acuerdo con su parentesco con el fandango, aunque son muchos los expertos que lo vinculan a éste.

Precio: 6 €

Este V volumen de la colección “Antología de la Música popular española” dedicado al fandango, hace un recorrido por las variantes de este ritmo en Andalucía, Castilla La Mancha, Valencia, Madrid, Murcia y Extremadura, también incluye dos malagueñas de Canarias y Murcia, respectivamente, y un “pandango” filipino como muestra de la internacionalización de este ritmo que aún perdura en Filipinas.

El Fandango es uno de los más antiguos bailes españoles. En compás de tres por cuatro (originariamente de seis por ocho), de movimiento vivo y con acompañamiento de guitarra, castañuelas y hasta platillos y violín. Aparecen testimonios documentales desde finales del siglo XVII cuando empieza a bailarse en saraos e intermedios teatrales y llegó a alcanzar tal popularidad en el siglo XIX que fue considerado como el baile nacional por excelencia. De él derivan las malagueñas, las rondeñas, las jabergas, las granadinas, las murcianas, o las verdiales, entre otros. Hacia finales del sigflo XIX el fandango andaluz se aflamenca y poco a poco prescinde del baile para centrarse en su versión cantada.

El fandango llegó a tener cierta proyección en el ballet y en la música culta de Europa  a través de la obra de autores como Boccherini. Otros autores como Gluck, Mozart, Rimsky Korsakov, Merante o Granados incluyeron fandangos o algunas de sus variantes en sus obras.

De orígenes inciertos, algunos investigadores aceptan un origen árabe arraigado en Andalucía. Desde allí se extendió a toda la península donde se bailó el fandango morisco que posteriormente dio lugar a buena parte del foplclore actual español.

Tampoco se conoce con exactitud la etimología de la palabra “fandango”. Según Coromines, podría derivar del vocablo portugués “fado”. En Portugal a comienzos del siglo XVI ya se usaba el término “esfandango” para designar un canto popular. En España, la primera vez que se encuentra este término es en el año 1705 en el entremés “el novio de la aldea” de autor anónimo.

Precio: 6 €